Marco teórico del tema 4
Marco teórico tema 4: Ciudadanía y participación democrática
Una de las más importantes consideraciones que se han realizado en cuanto al concepto de ciudadanía, está en relación con su práctica socialmente construida y con su carácter de concepto. Walter, señaló que la ciudadanía no era una dotación a priori del ser humano, sino una conquista histórica, al igual que lo son los derechos asociados a ella y por ella debe ser reconstruida continuamente y dotada de sentido y de significación.
En su origen la ciudadanía es un factor de desigualdad, puesto que es un ciudadanía burguesa y masculina de exclusión a las mujeres, construida sobre la base de pertenencia a una determinada comunidad-nación y por lo tanto diferente respecto al extranjero.
Marhsall elaboró otro concepto de ciudadanía,pero este lo señalo como estatus, asociado pertenecer como miembro de pleno derecho a una sociedad localizada en los confines de un Estado-nación. Este concepto se enmarcó en el contexto de una sociedad de clases y se fundamenta la ciudadanía como un factor de igualdad. Pero este concepto de Marhsall ha tenido grandes críticas debido al etnocentrismo a esta idea de ciudadanía, ya que se basa en un contexto social específico.
También podemos encontrar diferentes tipos, en relación al concepto de ciudadanía:
En primer lugar, podemos definir la ciudadanía cívica, esta se propone considerar los deberes y obligaciones ciudadanas como un complemento a sus derechos.
En segundo lugar, podemos decir que la ciudadanía participativa, surge de propuestas y prácticas de los movimientos sociales, que se constituyen en nuevos actores políticos.
En tercer lugar y último definimos la ciudadanía global. Esta recoge toda una herencia de cosmopolitismo, enfatiza las interconexiones y dependencias a nivel planetario y destaca los temas globales como una parte fundamental de la agenda ciudadana.
Por otra parte, vamos a hablar ahora sobre el concepto de participación.
Ante todo, vamos a definir la participación como una actividad creativa y transformadora que implica un determinado esfuerzo. La falta de participación pretende justificarse en algunas ocasiones tomando como fundamento la pereza y pasividad “natural” del ser humano.
También existen diferentes tipos en relación al concepto de participación, como por ejemplo el concepto de participación simbólica que se refiere a las acciones que generan en las personas cierta ilusión de poder, pero mediante las cuales se ejerce mínima o nula influencia real. Pero el concepto que realmente nos interesa es el de participación democrática.
La participación democrática se relaciona con la capacidad de incidir colectivamente en la configuración de nuestro entorno, de nuestra formas de vida, en las decisiones que afectan a nuestra vida cotidiana. Supone tanto analizar como identificar problemas, articular demandas, proponer, planificar, experimentar y evaluar soluciones. Implica la capacidad, la voluntad y el poder de actuar.
Por lo que podríamos decir que la participación es tanto el medio, como el fin de un proceso de transformación social.